domingo, 16 de enero de 2011

vos acá yo allá

Cuando veo que nada está bien. Y siento que me empiezo a perder, me alejo. no digo que no quiera cambiar pero se hace dificil dejar el veneno lo sabés bien. mi inteligencia intrapersonal nunca ha sido la mejor de este pueblo
y todos los consejos que me dan me ayudan pero solo no puedo...
Como a un ángel que afeitan, vivo siempre sentado,
empuñando algún vaso de profundas estrías;
doblado el hipogastrio, miro cómo han zarpado
del puerto de mi pipa tenues espirales...


Cual cálida inmundicia que un palomar ha hollado,
me abrasan dulcemente múltiples fantasías
y es mi corazón triste, árbol ensangrentado
por las amarillentas resinas doradas y sombrías.


Cuando agoto mis sueños de bebedor asiduo
de cuarenta cuartillos, sin ningún sobresalto
me recojo y expulso el ácido residuo.


Tierno como el Señor del cedro y los hisopos,
meo hacia el cielo oscuro, muy lejos y muy alto,
con venia y beneplácito de los heliotropos.

A.R

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